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La cuota de visados para profesionales extranjeros cualificado (H1-B) se ha completado en apenas cinco días pese el endurecimiento de la política migratoria desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca. El Servicio de Inmigración y Ciudadanía (USCIS, en inglés) comenzó a aceptar aplicaciones el lunes; hoy viernes ya había recibido más de las 85.000 que contempla el cupo aprobado por el Congreso.
Como en años anteriores, los visados serán sorteados. Queda por conocer en cualquier caso el número total de aplicaciones para saber el impacto real de las políticas migratorias de Trump; en 2017 se recibieron 200.000.
Es el sexto año consecutivo en que las aplicaciones superan la oferta en apenas cinco días, y ello pese a que el Gobierno ido aprobando pequeños cambios para endurecer el proceso y planea modificar a fondo el sistema para combatir “los abusos” que en su opinión sufre. Entre otras medidas, quiere acabar con el visado H-4, que permite trabajar a los cónyuges de los extranjeros con visado H1-B.
Una investigación reportada por el diario The New York Times indicó que un puñado de compañías presentan un enorme número de solicitudes para lograr más visados en la lotería, colocando luego sus trabajadores extranjeros (mayormente, de India, seguida de China) en otras empresas del país.
Eso explica por ejemplo la anomalía de College Station (Dallas).
Entre los años fiscales de 2010 a 2016, USCIS aprobó 860.000 visados. Un análisis del instituto de investigación Pew Research Center descubrió que la mayoría se entregan en las mismas zonas del país. Prácticamente uno de cada tres terminaron en el área metropolitana de la ciudad de Nueva York (248.000), que fue seguida, a mucha distancia, por Dallas (74.000), Washington DC (65.000), Boston (38.000) y College Station (38.000).
La ciudad texana tiene 112.000 habitantes, frente a los 20,3 millones de Nueva York, los 7,1 millones de Dallas, los 6,1 millones de Washington DC, o los 4,6 millones de Boston. O lo que es lo mismo, College Station suma 31 visados por cada 100 trabajadores en el área, mientras en el resto de ciudades, en el mejor de los casos, no se superan los cinco.
