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Source: DeFodi Images / Getty

Daddy Yankee celebró oficialmente su concierto de despedida el domingo (3 de diciembre), donde no solo interpretó sus atemporales temas de reguetón, sino que también entregó un mensaje que cambia la vida a sus fanáticos.

La serie de cuatro espectáculos consecutivos, denominados “La Meta”, comenzó el 30 de noviembre en el Coliseo de Puerto Rico José Miguel Agrelot en San Juan e incluyó una transmisión en vivo a nivel mundial del concierto del domingo con la compra de un boleto de $20.

Los fanáticos en casa y aquellos conectados virtualmente no solo disfrutaron de un viaje musical en vivo a través de los 30 años de carrera de Yankee, sino que también observaron su vulnerabilidad y transparencia cuando el cantante habló sobre abrazar su fe y creencias religiosas. “Este es el día más importante de mi vida y quiero compartirlo porque no es más fácil vivir una vida con éxito que una vida con propósito”, dijo la estrella nacida como Raymond Ayala durante su discurso desde el escenario.

“Durante muchos años intenté llenar un vacío en mi vida que nadie podía llenar. Traté de encontrar un propósito, en muchas ocasiones parecía que estaba feliz pero algo faltaba para que me sintiera completo. Tengo que confesar que esos días han terminado y alguien pudo llenar ese vacío que sentí durante mucho tiempo. Me di cuenta de que para todos yo era alguien pero no era nadie sin él”, continuó. “A lo largo de los años pude viajar por el mundo, ganar muchos premios, recibir aplausos y elogios, pero me di cuenta de algo que está en la Biblia: ¿De qué le servirá a un hombre ganar el mundo entero y perder su alma?” El artista global, que lideró el movimiento de reguetón con su éxito de 2004 “Gasolina”, expresó con orgullo que Dios vive en él y vivirá para él.

“Un capítulo ha terminado, pero uno nuevo comenzará”, señaló. “Todas las herramientas que tengo a mi disposición, como la música, las redes sociales, las plataformas, un micrófono, todo lo que Dios me ha dado ahora es para su reino. Gracias, Puerto Rico, y espero que camines conmigo en este nuevo comienzo y espero que recuerdes algo muy importante: No sigas a ninguna persona. Soy humano. A todas las personas que me siguen, sigan a Jesucristo, él es el camino, la verdad y la vida”.