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En un mundo dónde la estética tiene cada vez más valor, quizás no sea tan sorprendente que los adolescentes están sometiendo a una cirugía genital para modificar los labios de la vagina.
Desde 2014 en los Estados Unidos, el número de los menores de 18 años que eligieron la cirugía creció significativamente. En la actualidad, aumentó el número 152% en apenas dos años.
222 jóvenes lo hicieron en 2014, 400 en 2015 y 560 en 2016 según datos aportados por la Sociedad de Cirugía Plástica Estética de Estados Unidos (American Society for Aesthetic Plastic Surgery como es conocido en inglés).
Las labioplastias están aumentando entre estas pacientes y representan un 5,2 por ciento de todas las operaciones estéticas realizadas a menores de 18 años. Por eso, un documento fue creada por el Colegio de Obstetras y Ginecólogos de Estados Unidos (American College of Obstetricians and Gynecologists).
El documento sirve como una guía para los doctores que tienen esas pacientes. Primero, los expertos quieren que los doctores tengan unas conversaciones con las adolescentes, diciendo que hay variedad normal de formas y tamaños de los labios vaginales y avisen que valorar la madurez física y emocional de las pacientes antes de referirlas para la operación.

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El comité también recomienda que los médicos observen si las jóvenes padecen dismorfia corporal, un trastorno cuyos síntomas suelen aparecer en la adolescencia que consiste en una preocupación obsesiva por un detalle o defecto que perciben en su apariencia.
Sin embargo, si la paciente no muestra signos de dismorfia corporal, ¿Por qué elijar la cirugía? Algunos expertos piensan que la pornografía y empresas conectadas con la industria pueden tener algo que ver con la tendencia. El verdadero público de las labioplastias es el de las mujeres adultas, para quienes se presenta como una operación de “rejuvenecimiento vaginal”.
No es decir que la industria pornografía causa la tendencia entre los adolescentes—pero que influye lo que la jóvenes vean como ‘normal’. El mundo actual es un mundo de estética, donde las imágenes en los redes sociales tienen cada vez más valor y poder.