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Immigrants Become American Citizens In Naturalization Ceremony At Liberty State Park

Source: John Moore / Getty

Infobae .- Los críticos dicen que la nueva prueba es más compleja para quienes están aprendiendo inglés. Además incluye preguntas más matizadas y destaca temas como los derechos de los estados y la guerra de Vietnam.

El gobierno de Trump está implementando cambios radicales en el examen que los inmigrantes deben tomar para convertirse en ciudadanos de Estados Unidos, ahora se incluyen matices de filosofía conservadora que dificultan la prueba para las personas que están estudiando el idioma inglés.

La nueva prueba de ciudadanía, que entró en vigor el martes, es más larga que antes y ahora se requiere que los solicitantes respondan correctamente 12 de 20 preguntas en vez de 6 de 10. También es más compleja, elimina la geografía simple y agrega docenas de posibles preguntas posibles, algunas con frases matizadas y complicadas que podrían hacer que los solicitantes se equivoquen si no las analizan detenidamente.

De las 18 preguntas que se eliminaron de la prueba anterior, 11 tenían respuestas simples, a veces de una sola palabra.

El nuevo examen agrega un obstáculo más para los inmigrantes que buscan convertirse en ciudadanos con derecho al voto, en los últimos días de una gestión que ha impuesto nuevas barreras para la inmigración y límites para quienes ya están en el país y aspiran a la residencia legal para, eventualmente, naturalizarse.

Un tema muy comentado es que se proporciona una nueva respuesta a la pregunta: “¿A quién representa un senador de Estados Unidos?”. Antes la respuesta era “a toda la gente del estado”; en la nueva prueba, se especifica que representa a los “ciudadanos” en el estado.

Destaca una nueva pregunta sobre la Décima Enmienda, que reserva a los estados todos los poderes que no se le otorgan específicamente al gobierno federal, una de las secciones favoritas de la Carta de Derechos para los conservadores que cuestionan la autoridad federal.

Otra pregunta nueva, “¿Por qué Estados Unidos se involucró en la guerra de Vietnam?”, tiene una única respuesta correcta: “Detener la propagación del comunismo”. La prueba no aborda las intensas protestas o el enorme número de muertos derivados de la guerra.

Las organizaciones de inmigración, incluidas algunas que han ayudado a miles de personas a completar sus solicitudes de naturalización durante la última década, advierten que la nueva prueba podría dificultar que los inmigrantes pobres de países no angloparlantes se conviertan en ciudadanos y, en última instancia, reduciría el número de inmigrantes que votan.

Los críticos también dijeron que el nuevo examen podría generar más demoras en un sistema que ya está plagado de retrasos.

“Es el último esfuerzo de un gobierno que busca evitar que las personas cumplan su sueño de convertirse en ciudadanos”, dijo Eric Cohen, director ejecutivo del Centro de Recursos Legales para Inmigrantes en San Francisco, un grupo sin fines de lucro que ayuda a los residentes que solicitan la ciudadanía.

“No existe una razón legal, ni una razón regulatoria para hacer esto”, dijo Cohen, y señaló que la prueba de ciudadanía no había cambiado desde 2008. “Ellos decidieron por su cuenta que tenían que cambiarla por razones políticas”.

Dan Hetlage, portavoz del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS, por su sigla en inglés), la agencia que supervisa el proceso de naturalización, dijo en un comunicado que la prueba fue revisada “para garantizar que siga siendo un instrumento que evalúe de manera integral el conocimiento de los solicitantes sobre la historia, el gobierno y los valores estadounidenses y apoya la asimilación”.

El presidente electo Joseph R. Biden Jr. tiene la opción de revertir los cambios, aunque es probable que eso no ocurra, si es que llega a suceder, hasta que hayan transcurrido varios meses del próximo año.

La nueva prueba será requerida para todas las personas que soliciten la ciudadanía después del 1 de diciembre, aunque suele existir un lapso de varios meses entre el momento en que los candidatos solicitan y la fecha en que se programa la entrevista con un oficial del USCIS, lo que significa que es posible que algunos candidatos todavía presenten la prueba anterior.

La tasa de aprobación del actual examen de ciudadanía, según el USCIS, es del 91 por ciento. La Red Católica de Inmigración Legal hizo un análisis de la nueva prueba que concluyó que 40 preguntas de las 100 originales permanecieron sin cambios con respecto a la versión anterior; el resto se reformuló o se incluyó por primera vez.

Algunos inmigrantes ya han expresado su nerviosismo por los cambios en el examen.