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Las reformas electorales en México que comenzaron en 2005 han hecho que la votación sea accesible para los ciudadanos mexicanos que viven en Estados Unidos a través de un programa de alcance sin precedentes implementado por el organismo que rige las elecciones del país, el Instituto Nacional de Elecciones (INE).
Bajo esas reformas, a los ciudadanos mexicanos que viven fuera del país y que se inscribieron antes del 31 de marzo se les permitirá emitir su voto para presidente en las próximas elecciones de julio. A diferencia de Estados Unidos, los mandatos presidenciales en México duran seis años.
La participación política en México es más alta que en Estados Unidos, y la expansión de la base de votantes de México para incluir el creciente número de ciudadanos mexicanos en EEUU continuará solidificando los lazos familiares de los dos países.
En su libro, “Dos naciones indivisibles: México, Estados Unidos y el camino por delante”, Shannon K. O’Neil, académica de América Latina en el Consejo de Relaciones Exteriores, escribió: “Construir un muro impenetrable, si eso incluso fuera posible, no resuelve los problemas, ya que los lazos de Estados Unidos con México no se detienen con una línea en el mapa. El futuro de México está permanentemente vinculado al nuestro. Y mientras México espera sus próximas elecciones en julio, surgen más señales ilustrando cuán estrechamente se vincula el futuro de México a Estados Unidos”.
Históricamente, la política mexicana ha estado dominada por el Partido de la Revolución Institucional (PRI), que gobernó durante más de 70 años, y el Partido de Acción Nacional (PAN), un partido de oposición que finalmente llegó al poder al inicio del siglo.
Hasta ahora, los expertos no han atribuido demasiado peso en las elecciones mexicanas a lo que muchos ven como una retórica divisiva del presidente Trump. Sus comentarios sobre hacer que México pague por el muro, aunque ocupan grandes titulares en Estados Unidos, parecen haber pasado desapercibidos en la política mexicana.
Sin embargo, algunos dicen que el surgimiento de un nuevo partido llamado Movimiento Nacional de Regeneración, o Morena, encabezado por el izquierdista Andrés Manuel López Obrador, es el resultado de un resurgimiento nacionalista en México en respuesta a Donald Trump.
