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Entre 12 y 14 niños han muerto en la matanza perpetrada este domingo en la iglesia First Baptist Church de la pequeña localidad texana de Sutherland Springs, según ha informado el sheriff del condado de Wilson (Texas), Joe D. Tackitt. Sus cuerpos han sido hallados en el interior del templo dónde ayer irrumpió a tiros presuntamente el exsoldado de las Fuerzas Aéreas Devin Kelley, de 26 años.

La mujer o exmujer del sospechoso, así como su familia política, habían atendido a la citada iglesia en el pasado, aunque no eran vecinos de Sutherland Springs, según ha añadido el sheriff.

Indicó también que hay una pequeña grabación desde el interior de la iglesia, seguramente para Youtube, pero se trata de un video muy corto que no ha revelado mucho sobre el ataque que haacabado con la vida de 26 personas y dejado decenas de heridos, tal y como confirmó el gobernador de Texas, Greg Abbott.

Abbott explicó que 23 de los cuerpos sin vida fueron encontrados en el interior de la iglesia, otros dos fuera del templo y uno más falleció en el hospital.

Entre los fallecidos de Sutherland Springs, un pueblo de menos de 500 habitantes, figuran familias, niños y una embarazada. “Principalmente agricultores, ganaderos y personas que trabajan en parcelas de petróleo y gas”, dijo el congresista de Texas, Vicente González.

La primera víctima identificada fue Annabelle Pomeroy,  de 14 años, hija del pastor de Texas. Otra vícitima fue Crystal Holcombe, embarazada de ocho meses. Tres de sus hijos y sus suegros también murieron.

Las autoridades están centradas ahora en analizar la escena del crimen: la iglesia. Se cree que el atacante perpetró cientos de disparos, aunque no se sabe exactamente cuántos.

Algunos de los cuerpos fueron removidos anoche y otros esta mañana, aunque por el momento se desconoce si han sido removidos todos los cuerpos del interior de la iglesia.

El supuesto atacante, vecino de Comal, sirvió de 2009 a 2013 en el Ejército, aunque su carrera militar terminó cuando, tras un juicio marcial, fue condenado a 12 años de confinamiento por violencia contra su esposa e hijo.

“Ni en un millón de años habría pensado que Kevin pudiese hacer algo así, un acto tan cobarde”, dijo su tío a NBC News. Kelley falleció, aún se desconoce si se disparó él o lo abatió la policía.