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U.S. Citizenship ceremony

Source: MediaNews Group/Los Angeles Daily News via Getty Images / Getty

El examen de ciudadanía estadounidense está siendo actualizado, lo que ha generado preocupación entre algunos inmigrantes y activistas que temen que los cambios perjudiquen a aquellos con un nivel más bajo de dominio del inglés.

La prueba de naturalización es un paso crucial hacia la ciudadanía, un proceso que requiere residencia permanente legal durante varios años antes de presentar la solicitud. En 2020, durante la administración del expresidente Donald Trump, se realizaron cambios en la prueba, haciéndola más larga y difícil de aprobar. Sin embargo, poco después de asumir el cargo, el presidente Joe Biden firmó una orden ejecutiva con el objetivo de eliminar barreras en el proceso de ciudadanía. En ese contexto, la prueba de ciudadanía se volvió a su versión anterior, que había sido actualizada por última vez en 2008.

En diciembre, las autoridades estadounidenses anunciaron que la prueba debía actualizarse después de 15 años. Se espera que la nueva versión esté lista para finales del próximo año.

Una de las propuestas de los Servicios de Ciudadanía e Inmigración (USCIS, por sus siglas en inglés) es agregar una sección oral a la nueva prueba para evaluar las habilidades del solicitante en inglés. Un oficial mostraría fotografías de situaciones comunes, como actividades diarias, clima o comida, y pediría al solicitante que describiera verbalmente las imágenes.

Además, se propone que la sección de educación cívica, que abarca temas sobre la historia y el gobierno de Estados Unidos, se realice en formato de opción múltiple en lugar de respuestas breves orales. Esto requeriría un mayor conocimiento por parte del solicitante.

Actualmente, la prueba de educación cívica consta de 10 preguntas seleccionadas de un banco de 100 preguntas, y el solicitante debe responder correctamente al menos 6 de ellas para aprobar. Sin embargo, en el nuevo formato propuesto, el solicitante tendría que seleccionar la respuesta correcta entre varias opciones, lo que requeriría un mayor dominio del idioma y habilidades de examen.

Aunque estos cambios podrían aumentar el nivel de dificultad de la prueba, es importante tener en cuenta que el objetivo es garantizar un conocimiento sólido sobre la historia y el gobierno de Estados Unidos como parte del proceso de naturalización.

Los solicitantes todavía tendrán la oportunidad de estudiar las preguntas de educación cívica antes del examen, pero no se les informará cuáles se seleccionarán para la prueba.