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Por Iván Mejía

Los Ángeles, 29 oct (EFEUSA).- El día de los difuntos, celebración anual en los pueblos latinos, incluye alimentos especiales como la sopa de flor de muertos, un platillo tradicional en el sur de México que hoy el chef mexicano Juan Mondragón da a conocer en EE.UU.

“La sopa se llama ‘sopa de flor de Cempaxúchitl’, es una sopa prehispánica, es una sopa muy antigua que los mayas cocinaban para ofrendar y ponérsela a sus difuntos”, explicó a Efe el chef Mondragón, propietario de Juan’s Restaurante en Baldwin Park, California.

“Es una sopa especial para el día de los muertos y es una sopa que lleva estos ingredientes: ajo, cebolla, epazote, calabaza mexicana, chile poblano y obviamente la flor de Cempaxúchitl no debe de faltar”, indicó acerca de los vegetales que fríe con condimentos antes de hervirlos.

El chef relató que la tradición latina de recordar a sus fallecidos el 2 de noviembre de cada año conlleva la tradición de pensar que los espíritus de los muertos llegarán ese día a sus tumbas para reunirse con su familia y por ello en los altares sobre los sepulcros incluyen agua, pan de muertos, comida y bebidas que les gustaban en vida.

“Acá en EE.UU. desde hace dos años, para el día de los difuntos, preparo la sopa de flor de Cempaxúchitl en mi restaurante y mucha gente no sabe lo deliciosa que es”, destacó.

Mondragón se especializa en alimentos vegetarianos con recetas con las que se alimentaban los mayas y los aztecas en la época precolombina.

El experto en recetas prehispánicas subrayó que es importante dar a conocer los platillos populares en diversas regiones de Latinoamérica, “para que las nuevas generaciones de hispanos y otras etnias en Estados Unidos conozcan lo sabrosa y saludable que es nuestra cocina latina”.

Cempaxúchitl es un vocablo de la lengua náhuatl que significa veinte flores, clasificada con el nombre científico de “Tagetes Erecta” y es una flor de pétalos amarillos que desde la época precolombina ya era de uso ceremonial en México.

El Cempaxúchitl o flor de muertos es usada como colorante y entre sus propiedades posee luteína, complemento alimenticio que ayuda a la visión, entre otros atributos.

Acerca de la tradicional sopa de flores de muertos, el chef relató que su abuela “la hacía. Ella es de Guerrero (México) y en Guerrero es una cosa hermosísima como festejan en el panteón”.

“Hacen fiestas, decoran las tumbas, todos los familiares vienen y se reúnen llevan sus sopas, comen esa sopa, porque es una sopa que se come nada más (una vez) cada año”, reveló Mondragón quien dedica el altar de su restaurante a recordar a la fallecida actriz mexicana María Félix.

Mondragón destacó que como es importante para los hijos de los hispanos en Estados Unidos aprender a hablar bien el español, lo es igualmente conocer la variedad de sabores de las comidas de la tierra de sus abuelos.

Explicó que en México hay un personaje que se llama la Catrina, “que es una calavera bien vestida con sombrero a la que se le hacen ofrendas de alimentos en el día de los muertos” y detalló que “ese personaje en época prehispánica se le llamaba la diosa de la muerte que según la tradición siempre que se aparecía era bien vestida”.

En la actualidad, explicó Mondragón, las familias preparan diversos tipos de comidas que llevan al cementerio, pero además de las porciones para el núcleo familiar incluyen un excedente que es para compartir con los vecinos de las tumbas de alrededor.

“Es una fiesta en realidad, porque todo el mundo comparte todo y recuerdo, los buñuelos, calabazas en miel y las bebidas especiales como unas sangrías de frutas bien buenas”, recordó.

“Otra cosa que es importante es un pan especial que llamamos pan de muertos y con el cual hay algunas regiones en México que según la cantidad de fallecidos así es la cantidad de figuras de pan que ponen en el altar”, finalizó.