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Dialogues: Mexico Manifesto Day 2

Source: Carlos Tischler / Getty

Los cuatro candidatos a la presidencia de México han coincidido en la necesidad de mostrar su cara más dura ante el líder estadounidense, Donald Trump, tanto para defender a los emigrantes que viven en el país vecino como para asegurar el futuro económico que ahora se negocia con el Tratado de Libre Comercio.

El Bronco: “Hay que hablarle claro a Trump para que él entienda”

Jaime Rodríguez Calderón, apodado El Bronco, candidato independiente, ha apostado por utilizar el patrimonio y los terrenos que pertenecen al Estado para los inmigrantes deportados por Estados Unidos que deben integrarse de nuevo en su país de origen. Además, ha propuesto emplear el 5% de los 580.000 millones de pesos que envían los inmigrantes mexicanos de vuelta desde Estados Unidos en remesas en asegurarse de que sus familias “estén en buenas condiciones”, sin explicar si ese dinero provendría de las mismas remesas (por ejemplo, mediante impuestos) o de los presupuestos estatales.

Para impulsar la seguridad fronteriza, Rodríguez Calderón señala a los agentes de aduana como germen de la corrupción: “Hay que cambiarlos a todos y, si es posible, mocharles la mano”. El Bronco ha prometido irse a vivir a Tijuana hasta acabar con los problemas de seguridad en la frontera: “Seré un presidente itinerante”, ha afirmado. Menos concreto ha sido a la hora de definir qué hará para combatir la trata de personas, y en especial de mujeres, de niñas: sólo hay prometido “aplicar la ley” y “enviar una iniciativa contundente” al Congreso, sin detallar cuál. Sí ha apostado por hacer “un inventario” de aquellos que consumen drogas para combatir este problema.

Sobre la relación con Estados Unidos, y en concreto sobre el Tratado de Libre Comercio (TLC, o NAFTA, en inglés), ha dicho: “Lo primero que tenemos que hacer es destetarnos de los gringos”. “A los americanos hay que ponerles la pierna dura, y no permitirles ninguna ofensa”, ha añadido, “tenemos que quitarnos la actitud del ratón chaparro que no puede convencer a nadie”. Para ello, “hay que hablarle claro” al presidente estadounidense, Donald Trump, “para que él entienda”. ¿Cómo? Ha apostado por “recuperar Banamex”, es decir, expropiárselo a Citi, que lo compró en 2001 por 12.480 millones de dólares en 2001.