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Ommibus Bill Passes in the House

Source: Congressional Quarterly / Getty

El Senado ha sacado adelante este lunes un acuerdo para dotar al Gobierno federal de presupuesto suficiente como para seguir funcionando hasta el 8 de febrero. Acaba así un cierre de dos días y medio, que estaba empezando a partir de hoy a afectar a los ciudadanos, pero sólo para ganar algo de tiempo con el que negociar una solución permanente que determinará el futuro de los soñadores.

El Gobierno federal agotó el pasado viernes el presupuesto con el que cuenta para funcionar, y el Congreso fue incapaz de llegar antes a un acuerdo para aprobar nuevos gastos, lo que llevó a decretar un cierre parcial de la Administración. No ha afectado a los servicios esenciales (seguridad, sanidad, etcétera), ni al Ejército o a las patrullas fronterizas, como insiste el presidente, Donald Trump, pero sí ha cancelado numerosos servicios y ha dejado a cientos de miles de funcionarios en casa.

La Cámara de los Representantes, donde los republicanos disponen de una cómoda mayoría, aprobó el viernes una extensión temporal del presupuesto para evitar el cierre. Pero el Senado, donde los republicanos tienen 51 asientos y los demócratas cuentan con el apoyo de 49, fue incapaz de validar una medida similar, lo que abocó al cierre del Gobierno en la medianoche del sábado.

Los republicanos necesitaban 60 votos en el Senado para romper el bloqueo, es decir, necesitaban el respaldo de los demócratas. El líder demócrata en el Senado, Chuck Schumer, ha asegurado hoy que ofreció a Trump dinero para construir su tan deseado muro en la frontera mexicana a cambio de una solución que permitiera evitar la deportación de los soñadores, unos 800.000 jóvenes que llegaron al país cuando eran niños de la mano de sus padres. “El presidente lo rechazó”, ha explicado.

Según Schumer, se puso a negociar entonces con los republicanos en el Congreso, dejando de lado a Trump. Juntos alcanzaron, según ha dicho, un acuerdo para extender el presupuesto del Gobierno federal hasta el 8 de febrero, acabando así con el cierre y ganando tiempo para buscar una solución para los soñadores. Según el líder demócrata, los republicanos se han comprometido a negociar, en esos 17 días, una medida que evite que los soñadores sean deportados. Si no lo logran, el 8 de febrero podría haber otro cierre del Gobierno. Si no lo logran, el 5 de marzo los soñadores se quedarán sin protección.