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Mexican marines stand guard in front of

Source: AFP / Getty

Unos hombres atacaron una camioneta del transporte público en el estado de Guerrero y mataron a tres personas.  Según autoridades, las víctimas incluyeron dos estudiantes de la escuela magisterial de la que desaparecieron 43 alumnos hace dos años.

El ataque ocurrió el martes por la noche en las afueras de Chilpancingo, la capital de Guerrero, en una camioneta dijo Roberto Álvarez Heredia, portavoz del Grupo de Coordinación Guerrero, un organismo interdependencias.

El mismo martes, en el vecino estado de Michoacán cuatro jóvenes fueron hallados muertos a la vera de un camino, y fueron identificados como miembros de un grupo católico de evangelización.

Digo Álvarez que el móvil del ataque en Guerrero fue el robo pero lo “inaudito, extremo e irracional” es que los asaltantes dispararon contra los pasajeros en el momento en que entregaban sus billeteras. El gobernador Héctor Astudillo condenó los homicidios el miércoles.

Aparentemente no había relación con la desaparición de los 43 alumnos, que según los fiscales fueron interceptados por la policía local en la ciudad de Iguala el 26 de septiembre de 2014 y entregados a miembros de un cártel del narcotráfico. Desde entonces no se sabe de ellos, y el hecho de que el caso no haya sido solucionado ha seguido siendo una causa de escándalo para el gobierno de México.

Menos de una hora después de que los estudiantes fueron baleados, hombres armados en Chilpancingo mataron al chofer de otro minibús que se negó a hacerles la parada.

 

En Michoacán, la Fiscalía General del estado dijo en un comunicado el martes que familiares de los jóvenes católicos identificaron sus restos e indicaron que fueron vistos por última vez el sábado, pero no habían sido reportados como desaparecidos. Indicó que uno vestía un chaleco de uso militar.

 

José Luis Segura Barragán, antes párroco de la localidad de La Ruana, comenzó el domingo a informar sobre la desaparición mediante su página en Facebook. Escribió que pertenecían a un grupo llamado Arcoíris que hacía proselitismo en las comunidades locales. Todos tenían un poco más de 20 años.

 

Fueron vistos por última vez afuera de la iglesia el sábado alrededor de las 10:30 de la noche.

Segura no respondió de inmediato a mensajes, pero la diócesis de Apatzingán confirmó que esa página de Facebook es de él.

 

Sus cadáveres fueron hallados el martes en San Juan de los Plátanos, a unos 15 kilómetros (10 millas) al oeste de Apatzingán.

 

Segura atribuyó la matanza al crimen organizado y pidió a la comunidad resistir la violencia.

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