El “peligroso” huracán Florence está cada vez más cerca de la costa de las Carolinas y se mantiene como un poderoso huracán de categoría 4, con vientos máximos sostenidos de 130 millas por hora, según el último boletín de las 8 a.m. del Centro Nacional de Huracanes (NHC). Ahora se encuentra a 530 millas de Carolina del Norte y amenaza con convertirse en la tormenta más intensa que azota la región en décadas con inundaciones “catastróficas” y vientos destructivos.
Según el NHC, Florence, que se mueve hacia la costa este a 17 mph, tocará tierra en el sureste de Carolina del Norte entre la noche del jueves y la madrugada del viernes. Más de un millón y medio de personas recibieron órdenes de evacuación este martes en los estados de la costa sureste del país.
A su paso se prevé que provoque marejadas y lluvias que pueden amenazar la vida de los habitantes de las costas de las Carolinas y Virginia.
El huracán empezará a debilitarse entre la noche del jueves y la mañana del viernes, aunque se acercará a la costa de EE.UU como un huracán “extremadamente peligroso”. Un avión de reconocimiento de la Reserva de la Fuerza Aérea se encuentra actualmente investigando el huracán.
Al igual que el huracán Harvey, que se estancó en Texas en 2017, Florence podría extenderse por el sureste de la costa de EE.UU varios días después de tocar tierra, descargando entre 20 a 30 pulgadas de lluvia en Carolina del Norte, que puede llegar hasta 40 pulgadas en algunas zonas.
En Carolina del Sur la previsión oscila entre 5 a 10 pulgadas de agua que puedes escalar hasta 20 en zonas aisladas. Las inundaciones causadas por las fuertes lluvias son la segunda causa de muertes en tormentas tropicales y huracanes, según The Washington Post.
Jeff Byard, funcionario de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA), ha señalado que la tormenta va a impactar de forma directa. “Va a destruir infraestructuras y casas”, dice. Se estima que las advertencias y avisos de huracán afectan a una población de más de 5.4 millones.