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The Last Supper

Source: Heritage Images / Getty

El Jueves Santo es una celebración religiosa que se lleva a cabo en la Semana Santa cristiana, que conmemora la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo. Este día es muy significativo para los cristianos, ya que se conmemora la Última Cena de Jesús con sus apóstoles, en la que instituyó el sacramento de la Eucaristía y el sacerdocio.

Según la tradición cristiana, en la Última Cena, Jesús reunió a sus doce apóstoles y les ofreció el pan y el vino, diciendo: “Este es mi cuerpo, que se entrega por vosotros. Haced esto en memoria mía” (Lucas 22,19). De esta manera, Jesús instituyó la Eucaristía, un sacramento que los católicos celebran en la Misa, en la que el pan y el vino se convierten en el cuerpo y la sangre de Cristo.

Además, en la Última Cena, Jesús lavó los pies de sus apóstoles, un gesto que simbolizaba su humildad y amor por ellos. Este acto se conoce como el Lavatorio de los pies, y desde entonces ha sido una práctica común en la Iglesia Católica durante el Jueves Santo.

Sin embargo, el Jueves Santo también es un día triste, ya que es el día en que Judas Iscariote traicionó a Jesús, entregándolo a los líderes religiosos que lo condenaron a muerte. Después de la Última Cena, Jesús fue arrestado y sometido a un juicio injusto, en el que fue condenado a morir en la cruz.

El Jueves Santo es un día para reflexionar sobre el amor y la entrega de Jesús hacia nosotros, renovar nuestro compromiso de servicio hacia los demás y agradecer por el sacrificio que hizo por nuestra salvación.