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Rear View Of Woman Standing Against Wall

Source: Paula Blanco / EyeEm / Getty

La cantidad de llamadas de víctimas de abuso doméstico con problemas relacionados a su estatus migratorio aumentó el año pasado, de acuerdo con información de la línea telefónica sobre violencia doméstica más prominente del país.

La Línea Telefónica Nacional sobre Violencia Doméstica, establecida por el Congreso en 1996 y que depende parcialmente de fondos federales, dice en su nuevo informe anual que el año pasado respondió a 323.660 llamadas telefónicas, mensajes de texto y mensajes vía internet. De estas llamadas, 7.053 involucraron asuntos relacionados a inmigración, un aumento de casi 30% en comparación al 2015.

Katie Ray-Jones, directora general de la línea, dijo que mucha gente que llamó no era ciudadana estadounidense y reportaron que sus abusadores les dijeron que ellos y sus familiares serían deportados si es que reportaban los abusos a la policía. En algunos casos, agregó, los abusadores habían amenazado a sus víctimas con llamas a las autoridades federales.

Ray-Jones dijo que el aumento de llamadas relacionadas a inmigración comenzó a notarse a mediados del 2016, por el tiempo que Donald Trump estaba ganando la nominación presidencial del Partido Republicano y la base republicana apoyaba su retórica antiinmigrante.

Un detalle preocupante, destacó Ray-Jones, es que familiares, amigos y vecinos de víctimas de abuso que hubieran podido reportar abusos antes, ahora están recelosos a hacerlo por temor a ser deportados.

En el ambiente actual, al personal de la línea se le hace difícil responder algunas llamadas, agregó Ray-Jones.

“No estamos para decir, ‘Oh, no te preocupes. Eso no va a ocurrir'”, dijo.

Ray-Jones dijo que el personal de la línea sigue animando a víctimas a buscar protección en refugios de violencia doméstica, pese a que algunas víctimas temen que las autoridades de inmigración lleguen a tales instalaciones.

“Todavía no sabemos de ningún refugio que ha sido cateado”, apuntó Ray-Jones.

Esta información se divulga en medio de un debate creciente sobre la manera como las políticas de inmigración están afectando la violencia doméstica.

Muchos activistas se indignaron en febrero, cuando agentes federales arrestaron a una mujer transgénero por un cargo migratorio en una corte de El Paso, Texas, mientras ella obtenía una orden de protección en contra de su enamorado abusivo.

Desde entonces, funcionarios de varias ciudades, incluyendo el alcalde de Denver Michael Hancock y el jefe de la policía de Los Ángeles Charlie Beck, han dicho que les preocupa que algunas víctimas de violencia doméstica podrían no reportar abusos o ir a corte por temor de ser arrestados o deportados.

Kim Gandy, presidenta de la Red Nacional para Acabar con la Violencia Doméstica, dijo que tenía sentido que este tipo de llamadas de ayuda aumentaran durante este período. La gente que llama puede hablar de manera anónima.