CLOSE
106th Running Of The Indianapolis 500

Source: Jamie Squire / Getty

WISHTV .- Marcus Ericsson tuvo que dejar la Fórmula 1 para convertirse en una superestrella mundial, un objetivo conseguido el domingo cuando el piloto sueco ganó las 500 Millas de Indianápolis.

Ericsson se hizo con el control de la carrera en los últimos compases de la misma -en gran parte debido a la penalización por exceso de velocidad de su compañero de equipo Scott Dixon- y la tuvo bajo control para Chip Ganassi Racing hasta que un accidente de su compañero Jimmie Johnson a falta de cuatro vueltas para el final provocó una rara parada con bandera roja en el Indianapolis Motor Speedway.

La IndyCar se encuentra entre las formas más puras del deporte del motor y rara vez lanza advertencias artificiales o problemas de paradas que puedan cambiar el resultado. Sin embargo, el público de más de 300.000 personas -a sólo unos pocos miles de que se agoten las entradas y el mayor evento deportivo desde que comenzó la pandemia- rugió cuando la IndyCar llamó a los coches a boxes.

La parada dio a Pato O’Ward y al resto de los aspirantes casi 12 minutos en la calle de boxes para elaborar una estrategia que permitiera alcanzar a Ericsson para conseguir la victoria.

La carrera se reanudó a falta de dos vueltas y Ericsson se adelantó fácilmente a O’Ward. O’Ward no cedió. Firmó una ampliación de contrato con Arrow McLaren SP el viernes y quería desesperadamente la victoria. Pero terminó segundo, quedándose corto mientras el mexicano intentaba dar a su país una celebración de bandera en el día más importante del automovilismo; Sergio Pérez abrió el domingo con una victoria en el Gran Premio de Mónaco.

Kanaan fue tercero en un coche de Ganassi y seguido por Felix Rosenqvist, otro sueco, que fue cuarto para McLaren. Rosenqvist está en un año de contrato con McLaren y lucha por su puesto.

Para leer la nota completa de WISHTV, click aquí.