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Soccer ball in motion over grass

Source: Thomas Northcut / Getty

El domingo ante-pasado, 5º de Julio, la Copa Mundial de mujeres llego a su fin con EEUU terminando campeón. Las mujeres vencieron al equipo Japonés 5-2, con un hat-trick de Carli Lloyd en los primeros 16 minutos de la final. Desde su regreso a casa las mujeres han recibido toda la fama y gloria que se merecen. Con portadas de revistas y desfiles por las calles más grandes de Nueva York, toda la atención está en las 25 hacedoras de historia.

El camino hacia el éxito no siempre ha sido fácil. Históricamente, los deportes masculinos le toman prioridad a los deportes femeninos no solo en EEUU pero en todo el mundo. Pero con el éxito que tuvo EEUU en la copa mundial el verano pasado, fanáticos del futbol-soccer se quedaron con ganas de más. La Copa Mundial de mujeres le dio la oportunidad a fanáticos de ver futbol profesional a un nivel competitivo.

A pesar de esto, ​​algunos todavía no están seguros que esta nueva atención al fútbol femenino se debe al talento de las mujeres o a algo más. Sepp Blatter, expresidente de FIFA, repetidamente ha hecho comentarios degradando a mujeres como atletas y declarando que la única razón que más gente está viendo estos partidos es porque las mujeres son más guapas que en años anteriores.

Otro problema que las mujeres enfrentaron fue la cancha en que se juegan los partidos. Las mujeres son obligadas a jugar en un césped de materiales artificiales llamado “astroturf” o “turf”. El turf no solo hace daño físicamente al cuerpo pero también hace más difícil que se pueda controlar el balón. Sydney Leroux Dwyer compartio una foto en su Twitter del daño que hace jugar en turf.

Aparte de toda la negatividad el equipo estadounidense hico a muchas mujeres por todo el mundo orgullosas e inspiro a muchachas jóvenes a jugar futbol de nuevo. Si queremos que nuestras chicas jóvenes sean tratadas con el mismo respeto que sus homólogos masculinos también nosotros debemos apoyar a nuestra selección nacional de mujeres en su lucha. Todas sus luchas.