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Chalkbeat

Source: ( Photo by Charlie Nye / The Star ) 

Las escuelas se enfocan en aprendices de Ingles pero, seguido pasan por alto la falta de entendimiento cultural de sus compañeros de clase nacidos en EU.

Durante su primer semana de escuela en los Estados Unidos, Cruz Tapia alumna de quinto grado escaló a la cima del resbaladero en el campo de juegos.

El tan solo iniciar escuela fue parte de la promesa que América representó para esta familia Mexicana. Como muchas otras, su familia se mudó aquí para perseguir una visión de una mejor vida, libre de miedos y llena de oportunidades sin límites.

En América, Tapia no tenía que pasar a gangas con pistolas en cada esquina. En América, él y su hermana podían ir a la escuela, en lugar de tener que trabajar para poder costear la educación del otro.

Pero cuando se resbaló ese día durante el recreo, lo que le esperaba abajo era un recordatorio que américa también puede tener sus propias hostilidades y retos para inmigrantes.

Lo que le esperaba también le hizo pensar que su familia no iba a durar mucho aquí.

Tres de sus compañeros de clase lo empujaron al suelo. “Regrésate a tu país,” le dijeron. “No perteneces aquí.”

Tapia no podía hablar inglés, no podía leerlo, no podía entenderlo – como miles de otros niños inmigrantes que han venido a Indianapolis de todas partes del mundo desde las dos últimas décadas.

El sentía como que los maestros no querían enseñarle. Se sentaba frente a un computador todas las mañanas, hasta la hora del almuerzo, intentando aprender inglés, iba a clase de educación física y regresaba al mismo salón para sentarse nuevamente frente al computador.

Perdido en la escuela, les pedía ayuda a otros niños Mexicanos en Español. Lo ignoraban.

“Que es lo que a ellos los hace pertenecer aquí?” se preguntaba asimismo. “Y que es lo que a mí no me hace pertenecer aquí?”

Las escuelas derramaron recursos en programas para aprendices del idioma Ingles. Repartieron mochilas llenas con útiles escolares. Entrenaron a maestros para mejor instruir a los no-nativo hablantes. Contrataron intérpretes.

Pero los expertos dicen algo mas – algo que pudiera facilitar la transición de estudiantes inmigrantes a América, algo que pudiera ayudar apisonar prejuicios y superar las divisiones de odio – es muy seguido pasado por alto.

Esa pieza faltante, ellos dices, es enseñar a sus nacidos y criados en E.U. a entender, empatizar y dar bienvenida a sus compañeros de clase inmigrantes, a desarrollar lo que se llama “aptitud cultural.”

“Esa es una en las cuales probablemente necesitamos hacer un mejor trabajo, honestamente,” Jessica Feeser dijo, la que coordina los programas de las Escuelas Públicas de Indianapolis para estudiantes que están aprendiendo el inglés como un nuevo idioma.

Desde 2006, Indiana ha aumentado miles de estudiantes inmigrantes. Del 1 millón de estudiantes en las escuelas públicas de Indiana el año pasado, más de 53,000 fueron clasificados como aprendices del idioma Ingles – lo cual subestima la inscripción de inmigrantes porque no incluye los estudiantes que han dominado las habilidades de Ingles desde su llegada.

“Nuestros aprendices de inglés son tan importantes como cualquier otro estudiante en el salón,” dijo Feeser. “Es nuestra obligación asegurarnos que estamos satisfaciendo sus necesidades.”

Para demostrar como la diversidad en la escuela se mira a través de sus ojos, los estudiantes del Club Internacional de los Estados del Noroeste de la Preparatoria Northwest han estado trabajando, después de escuela, en filmar un documental para los administradores de las Escuelas Públicas de Indianapolis (IPS por sus siglas en inglés)

Con la ayuda del Colectivo de Jóvenes Latinos, se han entrevistado el uno al otro, compañeros de trabajo y maestros: Que significa la diversidad? De dónde eres? Crees que las personas tratan a otros de diferente forma por como se miran?

El estudiante de segundo año de Northwest, Irwin Fernández, cree saber por qué otros estudiantes lo tratan diferente. “Probablemente porque nos odian,” dijo el de 16 años de edad.

Su tío le dijo lo que los americanos piensan de los mexicanos: “Les estamos quitando sus trabajos, les estamos quitando su lugar, estamos tomando su dinero.”

Pero sus familiares en México admiran a Fernández por ser el primero en su familia al ir a los E.U. para obtener su educación – y quiere salir bien en la escuela para hacerles orgullosos.

“Sigue adelante,” le dicen. “No te metas en problemas.”

Esto puede ser un reto ya que los estudiantes inmigrantes dicen que se siente muy seguido que son molestados y provocados por sus compañeros de clase. En su peor momento, la ignorancia de otros estudiantes se mira sospechosa. Pero aunque se no intencional, puede sentirse constantemente irritante.

“Esta mañana, alguien me preguntó, ‘Tiene papas en África?” Mariam Sylla, de 19 años, de Guinea, estudiante de cuarto grado de Northwest dijo. “Yo dije ‘no’ porque su pregunta era estúpida.”

Claro que hay papas en África. Pero ella ya está cansada de todas las preguntas de tantas personas que parecen no saber mucho acerca de su país – seguido no saben dónde está, o que siquiera existe.

Eres de Jamaica? Eres de Nigeria? Usas ropa en África? Vives en la selva? Has visto un león?

“Todos piensan que África es un zoológico,” dijo Sylla.

Nuestros prejuicios a menudo salen a la superficie – junto con nuestra curiosidad – cuando preguntamos acerca de cómo los origines nacionales y étnicos de un inmigrante son diferentes a los nuestros, dijo Rachel Peric, directora delegada de Bienvenida América, una red nacional que fomenta la integración entre americanos nacidos en E.U. y extranjeros.

“”Todos tenemos prejuicios y cosas que hemos escuchado que son incorrectas y a veces hirientes,” ella dijo, “pero la pregunta es, estamos trabajando para sobrepasar esos prejuicios y acercarnos a las personas con amor?”

“O,” dijo Peric, “es el deseo de herir e insultar a alguien?”

Las comunidades deben de esforzarse en dar una viva bienvenida – no solo tolerar – a estudiantes inmigrantes, ella dijo.

“Por mucho tiempo, en general, nos hemos acercado a la integración de inmigrantes como una calle de un solo sentido, entonces mucha de la carga se ha puesto en que se adapten los recién llegados,” ella dijo.

La estudiante de cuarto grado de Northwest, Moji Olorode, una chica de 17 años de edad de Nigeria, ha aprendido a ignorar a los intimidantes (bullies) quienes le dicen que se regrese a su país – sí, ella también ha escuchado eso – porque ellos paran cuando uno no les hace caso. Ellos siguen haciéndolo si tú te desquitas.

Ella también rechaza firmemente la idea de que tienes que cambiar quien es para poder encajar.

“Ya que no estás en tu país, la mayoría de la gente quiere que te mezcles dentro de las culturas de aquí, y eso, simplemente no es correcto. Ser Africana me hace sentir orgullosa.”

Para estos estudiantes de Northwest, el tiempo parece haber facilitado el choque de culturas. Encontraron amigos, mezclaron sus propios idiomas con el inglés y hablan caló americano (jerga). Sueñan con ir al colegio.

Para Tapia, han sido 8 años desde cuando fue confrontado al final del resbaladero del área de juegos. Ahora tiene 18 años y es un estudiante de cuarto grado de Northwest.

Venir a América – y todo con lo que ha tenido que lidiar – lo ha hecho madurar más rápido. Ahora ve que el mundo tiene dos tipos de personas: aquellos que te quieren ayudar y aquellos que te quieren hacer daño.

“No tomamos la decisión de venir aquí. Ellos no saben lo que tuviste que hacer para venir aquí, o lo que tienes que hacer para poder quedarte aquí. Ellos no saben lo que es trabajar el doble de duro para aprender el idioma.”

América sigue representado oportunidad, pero la visión lustrosa está lijada un poco. La vida es mejor pero aun con topes.

Este año, después de que se gradúe de la preparatoria, Tapia planea enlistarse en el militar. Talvez el piensa, que las personas lo verán de diferente forma cuando esté peleando por este país.

FUENTE

By Stephanie WangStephanie.Wang@indystar.com

PUBLISHED: April 19, 2015 – 8:41 pm EDT