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President Donald J. Trump...

The Washington Post

Infobae .- El mandatario estadounidense, Donald Trump, reiteró este miércoles sus pedidos para la reapertura de las escuelas del país, mostrando como ejemplo a otros países que avanzaron en esa dirección, y advirtió que podría congelar los fondos a los colegios que no levanten la clausura en agosto, cuando deberían reanudarse las clases según el calendario fijado.

Estoy en desacuerdo con los muy duros y costos lineamientos de los CDC (Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades) para la reapertura de escuelas. Mientras ellas quiere abrir, les piden cosas muy poco prácticas. Me reuniré con ellos”, escribió el líder republicano en su cuenta de Twitter.

El presidente también acusó a la oposición de buscar mantener el cierre para verse beneficiada políticamente. “Es importante para los niños y las familias. ¡Podría cortar el financiamiento si no reabren!”, advirtió. También, señaló que en Alemania, Dinamarca, Noruega, Suecia “y muchos otros países”, las escuelas volvieron a recibir a los alumnos “sin ningún problema”.

Trump, en plena campaña de reelección para los comicios de noviembre, promueve la reapertura del país, pese al incremento de contagios de coronavirus, particularmente en el sur y el oeste. “Todos lo quieren. Las madres lo quieren. Los padres lo quieren. Los chicos lo quieren. Es hora de hacerlo”, dijo el martes. “Queremos abrir nuestras escuelas, queremos abrirlas rápidamente, hermosamente, en el otoño. Vamos a presionar bastante a los gobernadores y todos los demás para que reanuden las clases”, añadió.

En la víspera, se reunió con líderes de salud y educación de diversas partes del país según los cuales las escuelas y universidades están listas para abrir este otoño y pueden hacerlo sin peligro. Argumentaron que el peligro de mantener a los estudiantes en casa rebasa cualquier peligro vinculado con el coronavirus porque a su parecer, los alumnos necesitan acceder a programas alimentarios y servicios de salud mental y de comportamiento.

Sin embargo, ese brillante panorama suscitó escepticismo entre personalidades ajenas a la Casa Blanca. La presidenta del sindicato educativo más grande de Estados Unidos dijo que Trump está más interesado en anotarse puntos con vistas a las elecciones de noviembre que en mantener a salvo a los estudiantes. “Trump ha demostrado ser incapaz de comprender que la gente esta muriendo, que más de 130.000 estadounidenses ya han fallecido”, afirmó Lily Eskelsen García, presidenta de la Asociación Nacional de Educación. “Los profesores desean más que nada regresar a las aulas y a los planteles universitarios con nuestros estudiantes, pero debemos hacerlo de una forma segura para los estudiantes, maestros y comunidades”.

El lunes, la Casa Blanca dijo que no permitiría a los estudiantes extranjeros permanecer en el país si todas sus clases se llevan a cabo en línea debido a la crisis desatada por la covid-19, otra medida que presiona para el regreso presencial y que busca satisfacer a su electorado, con su política antimigratoria. Varias instituciones están buscando un modelo híbrido de enseñanza en persona y en línea, pero algunas, incluida Harvard, han dicho que todas las clases se realizarán por internet.

En Florida, uno de los estados más afectados por la pandemia en la última semana, las autoridades locales ordenaron que en el próximo curso, que comienza en agosto, las escuelas del estado deben reabrir para la enseñanza en persona al menos “cinco días a la semana”. El decreto firmado por el gobierno republicano señala que “es necesario abrir las escuelas plenamente para asegurar la calidad y continuidad del proceso educativo, el bienestar integral de los estudiantes y sus familias y el regreso de Florida a su pleno rendimiento económico”.