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Michael se ha convertido en la noche de este miércoles en un huracán “extremadamente peligroso” de categoría cuatro sobre cinco, con vientos de 140 millas por hora, una marejada ciclónica potencialmente letal y fuertes lluvias que ya han empezado a afectar a la costa, según el Centro Nacional de Huracanes (NHC). El centro de la tormenta se encuentra a 105 millas de Panama City (Florida) y se prevé que aterrice este miércoles en la costa del Panhandle. Este estado se encuentra bajo alerta ante la que puede ser la peor tormenta en esa zona en décadas. Se esperan vientos destructivos, que ya están empezar a llegar a la costa, y fuertes marejadas de hasta 13 pies de altura en algunas zonas.

Según el NHC, es posible que Michael se fortalezca aún más antes de tocar tierra en el área de Florida Panhandle o en el Florida Big Bend. El ciclón se mueve hacia el norte a 13 millas por hora y este miércoles empezará a girar hacia el este para atravesar Florida y luego seguir avanzando por Georgia, las dos Carolinas y quizá Virginia hasta salir de nuevo al océano Atlántico. En su camino por tierra perderá fuerza, pero aun así barrerá como tormenta tropical estos estados, castigados hace menos de un mes por el huracán Florence. Al salir al mar de nuevo, volverá a reforzarse.

“Es más intenso que Florence”, ha alertado el presidente, Donald Trump, sobre este nuevo huracán, que efectivamente aterrizó en Wilmington (Carolina del Norte) con categoría uno, pero fue especialmente devastador pese a ello debido a su lentitud y las fuertes lluvias que arrastraba, que causaron inundaciones y reventaron presas.

Las fuertes lluvias se extenderán bastante hacia el interior del país. Michael puede causar hasta 12 pulgadas de lluvia en el norte de Florida y en Georgia, existiendo así riesgo de inundaciones mortales; también lloverá, aunque en menor medida, en las Carolinas y el sur de Virginia (hasta ocho pulgadas), y en toda la costa Este desde Florida hasta Nueva Inglaterra. La marejada ciclónica puede alcanzar los 13 pies de altura entre Mexico Beach y Keaton Beach (Florida), y oscilará entre los dos y los nueve pies en el resto de la costa de este estado.

“No te puedes esconder de la marejada ciclónica”, ha advertido el gobernador, Rick Scott, “esta tormenta es mortífera, no se arriesguen”. El sheriff del condado de Franklin ha ido puerta a puerta en algunos lugares de la costa, instando a los vecinos a evacuar. Casi un millar de personas se encuentran ya en los 25 refugios abiertos en el norte del estado. Hay algunos, sin embargo, que ni siquiera han abierto porque la tormenta es demasiado potente como para soportarla.