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Sidewalk Amidst Buildings In City

Source: Marco Antonio Dvila Torres / EyeEm / Getty

Una huelga general ha paralizado este jueves la isla griega de Lesbos, epicentro de la avalancha migratoria que desde hace años sufre la Unión Europea y que ha dejado a miles de solicitantes de asilo abandonados en este enclave frente a la costa de Turquía.

La mayoría de empresas, comercios, tiendas y sedes gubernamentales han cerrado en la principal ciudad, Mytilene, donde sólo las comisarias de policía y la oficina de impuestos han funcionado con relativa normalidad.

Ya por la tarde (hora local), unas 2.500 personas se han manifestado en el principal puerto de la isla, donde el primer ministro griego, Alexis Tsipras, había llegado para participar en una conferencia. La policía antidisturbios ha intervenido con gas lacrimógeno y granadas de impacto, pero no hay noticia de arrestos o heridos.

La población de Lesbos ronda los 85.000 habitantes.

Más de 15.000 inmigrantes y refugiados están atrapados en Lesbos y otras cuatro islas cercanas, sobreviviendo en campos muy por encima de su capacidad y con acceso limitado a asistencia médica, según ha denunciado la organización sin ánimo de lucro Médicos Sin Fronteras.

 La Unión Europea ha llegado a un acuerdo con Turquía por el que los inmigrantes que llegan a estas islas griegas desde su territorio son retenido a la espera de poder ser deportados si no se les concede asilo. Este tratado ha generado un enorme atasco de solicitudes, que ha degenerado en una mayor tensión en las últimas semanas al incrementarse notablemente la llegada de inmigrantes.

 “La situación en la isla es excepcionalmente difícil, estamos sintiendo los efectos de una crisis económica duradera y de cómo se ha gestionado la crisis de refugiados”, se ha lamentado el alcalde de Lesbos, Spyros Galinos.

El Gobierno griego ha prometido trasladar a miles de solicitantes de asilo al territorio continental, pero asegura que tardará meses en hacerlo.