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Video CNN

Los demócratas no reaccionaron a la mayoría del discurso y abuchean a él cuando empezó hablar sobre la inmigración en cadena como se ve en el video compartido arriba. Eso fue solo una parte del discurso del Estado de la Unión martes.

“A cada ciudadano que nos ve esta noche desde su casa, no importa dónde has estado o de dónde vienes, éste es tu momento: si trabajas duro, si crees en ti mismo, si crees en Estados Unidos, entonces puedes soñar lo que quieras, puedes ser lo que quieras, y junto podemos conseguirlo todo”. Así se ha dirigido el presidente, Donald Trump, a los ciudadanos esta noche durante el discurso del estado de la nación. Sin embargo, en su discurso, en lugar de dar alas al sueño americano que comparten millones de inmigrantes de todo el mundo, ha abogado por cerrar las fronteras, reforzando la falsa equivalencia entre inmigrantes y delincuentes; y ha criticado veladamente a los soñadores y su ansia por pertenecer plenamente al único país que han conocido y aman.

“Durante décadas, las fronteras abiertas han permitido entrar drogas y pandilleros a nuestras comunidades más vulnerables”, ha señalado Trump, en un discurso escrito por Stephen Miller, uno de sus asesores más duros en materia de inmigración. La inmigración, según Trump, “ha permitido a millones de trabajadores poco cualificados competir por empleos y salarios con los estadounidenses más pobres”. “Y más trágicamente, ha causado la pérdida de muchas vidas inocentes”, ha añadido.

El presidente ha presentado a continuación a los padres y madres de dos adolescentes, Kayla Cuevas y Neesa Mickens, vecinas de Long Island, en Nueva York, que fueron asesinadas en septiembre de 2016, el día antes del cumpleaños de una de ellas. De ese crimen están acusados, según Trump, seis miembros de la pandilla MS-13. Muchos de estos pandilleros, ha dicho el presidente, se aprovechan de los huecos en el sistema migratorio para entrar en el país como menores indocumentados. Trump ha instado al Congreso a cerrar esos huecos.

A continuación, el presidente se ha apropiado de los sueños y aspiraciones de los soñadores… e incluso de su nombre.

“Estados Unidos es una nación compasiva”, ha comenzado, “estamos orgullosos de haber hecho más que ningún otro país por los que lo necesitan, los que lo pasan mal, los menos favorecidos de todo el mundo”. “Pero”, ha añadido, “como presidente de Estados Unidos, mi mayor lealtad, compasión y constante preocupación es para los niños estadounidenses, para los trabajadores estadounidenses en dificultades, para las comunidades estadounidenses olvidadas. Quiero que nuestros jóvenes crezcan y consigan grandes cosas. Quiero que nuestros pobres tengan su posibilidad de mejorar”.

El discurso registró la menor reacción positiva desde que la cadena CNN empezó sus encuestas al respecto en 1998. A su vez, se convertió en el más tuiteado de la historia con 4,5 millones de mensajes, según anunció la red social.

La firma SSRS realizó el sondeo tras finalizar el discurso con una muestra de 549 encuestados que vieron el discurso con un sesgo del 7% favorable a los republicanos (este grupo estuvo representado un 7% más respecto a la población general del país) con un margen de error del 4,2%. Un 48% de los encuestados afirmaron tener una imagen “muy positiva” del discurso, mientras que un 22% “algo positiva” y un 29% “algo negativa” o “muy negativa”.

La suma de imagen “muy positiva” y “algo positiva” (70%) fue ocho puntos inferior (78%) a la de la alocución del año pasado que, técnicamente, no se consideró un discurso sobre el Estado de la Unión porque apenas llevaba Trump un mes en el poder.

Los siete discursos sobre el Estado de la Unión del expresidente Barack Obama oscilaron en porcentajes de reacción positiva de entre el 92% en 2009 (el primero) y el 73% en 2016 (el último).

Los del expresidente George W. Bush oscilaron entre el 94% en 2002, poco después de los atentados terroristas del 11 de septiembre contra EEUU, y el 75% en 2006.

Finalmente, los dos discursos sobre el Estado de la Unión del expresidente Bill Clinton registraron una imagen positiva del 83% en 1999 y el 84% en 1998.

Con estos antecedentes, el discurso de este martes de Trump se convirtió en el que menor reacción positiva ha cosechado hasta la fecha.

Por otro lado, el 62% de los encuestados este martes opinaron que Trump va en la buena dirección, el 57% se mostró confiado en sus habilidades para ser presidente y el 54% afirmó que las prioridades expuestas en su discurso son las correctas.