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Naciones Unidas ha instado al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y al resto de políticos y cargos públicos del país a rechazar de forma unívoca e incondicional y a condenar la retórica y los crímenes racistas en Charlottesville y en cualquier otra parte del país. Ha lamentado además que hasta el momento no lo haya hecho inequívocamente, una alusión probablemente dirigida contra el mandatario, puesto que la práctica totalidad del arco político estadounidense ha rechazado de forma contundente lo sucedido.

“Estamos alarmados por las manifestaciones racistas, con eslóganes, cantos y saludos abiertamente racistas por parte de nacionalistas blancos, neonazis y miembros del Ku Klux Klan, que promueven la supremacía blanca y incitan al odio y la discriminación racial”, ha asegurado en un comunicado Anastasia Crickley, directora del Comité de la ONU para la Eliminación de la Discriminación Racial.

“No debería haber lugar en el mundo para las ideas supremacistas racistas o ideologías similares, que rechazan los principios de los derechos humanos fundamentales de igualdad y dignidad”, ha señalado este Comité en una “acción urgente” tras los sucesos de Charlottesville.

Trump condenó el lunes después de las protesas el “odio, fanatismo y violencia” de los organizadores de la protesta de Charlotteville . “El racismo es malvado, y aquellos que causan violencia en su nombre son criminales y matones, incluyendo al KKK, neonazis y supremacistas blancos y otros grupos de odio que son repugnantes para todo lo que amamos como estadounidenses”.

Sin embargo, el martes insistió, como había hecho justo tras la protesta, que “ambos bandos” eran responsables de lo ocurrido, es decir, los supremacistas blancos y neonazis, y los que protestaban contra ellos. “Creo que ambos tienen la culpa, hay que mirar a ambos bandos, creo que ambos tienen la culpa y no hay ninguna duda de ello”, dijo. “Había gente muy mala en ese grupo”, añadió, presumiblemente al respecto de los neonazis y racistas, “pero también tienes gente estupenda en ambos lados”.

Además de investigar la muerte de una manifestante, atropellada cuando protestaba contra los ultraderechistas, la ONU ha pedido a las autoridades estadounidenses que tomen medidas concretas contra “la raíz que causa la proliferación de actos racistas como éste”. “Instamos al Gobierno estadounidense a investigar a fondo el fenómeno de la discriminación racial, en particular contra personas con ascendientes africanos, minorías étnicas y religiosas, e inmigrantes”.

La ONU pide al Gobierno también que se asegure de que el derecho a la libertad de expresión no se ejercita para destruir o negar los derechos y libertades fundamentales de otras personas.